Los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas y los pacientes que han recibido un trasplante hepático son un grupo vulnerable y con alto riesgo de complicaciones en caso de contraer COVID-19 y con una mortalidad que puede ser 3 a 6 veces superior a la de la población general.

Si bien los ensayos de vacunas no han incluido específicamente a los pacientes con enfermedades hepáticas y trasplantados, no hay datos que desaconsejen su uso. Por el contrario, la vacunación en estos pacientes es recomendable. También, es importante considerar que las vacunas pueden ser menos efectivas en estos pacientes, por lo que sigue siendo indispensable mantener después de la vacunación las medidas de prevención que han demostrado ser efectivas, en especial el uso de mascarillas y el distanciamiento social.

Las únicas vacunas contraindicadas en pacientes inmunosuprimidos, entre los cuales se consideran los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas y trasplantados hepáticos, son las que incluyen virus atenuados. Sin embargo, ninguna de las vacunas disponibles actualmente (Pfizer / Sinovac) incluye virus vivos atenuados, por lo que no habría contraindicación en su uso. Respecto a la vacuna vectorial de Oxford AztraZeneca, también se requiere más información respecto a su seguridad en población inmunosuprimida, sin embargo se considera igualmente segura que las otras vacunas disponibles.

Por lo anteriormente mencionado, como Asociación Chilena de Hepatología recomendamos que los pacientes con enfermedades hepáticas crónicas, hepatitis autoinmune y aquellos que han recibido un trasplante de hígado se vacunen según la programación ministerial contra el SARS-CoV2 con cualquiera de las vacunas disponibles a la fecha.